Resumen de su vida.
Hijo de Pedro Alessandri Vargas, hijo de inmigrante
italiano, y de Susana Palma Guzmán. Nació, en Linares, el 20 de
diciembre de 1868.
Arturo Alessandri Palma y "Ulk". |
Su padre se dedicaba a las labores agrícolas de la
Hacienda de Longaví, donde nació Arturo y en la cual vivía. A los doce
años de edad entró al Colegio Sagrados Corazones de los Padres
Franceses, establecimiento donde estudiaban sus hermanos y había
estudiado su padre.
Luego ingresó a la Universidad de Chile a estudiar leyes. Se tituló de abogado el 12 de enero de 1893.
Desde muy joven participó en el Partido Liberal, integrando su directorio en esa época.
El primer cargo público que obtuvo fue el de jefe de sección en la Biblioteca Nacional.
Durante 1897 y 1915, fue diputado por Curicó.
En el gobierno de Federico Errázuriz Echaurren,
y desde el 19 de diciembre de 1898 y hasta el 29 de abril de 1899,
estuvo a cargo del ministerio de Industrias y Obras Públicas.
En el gobierno de Ramón Barros Luco fue titular del ministerio de
Hacienda entre el 16 de junio y el 17 de noviembre de 1913.
Durante la presidencia de Juan Luis Sanfuentes,
y siendo senador por Tarapacá desde 1915, ocupó el cargo de ministro
del Interior entre el 22 de abril y el 6 de septiembre de 1918.
La campaña electoral para las elecciones parlamentarias de 1915 tuvo mucho
significado para la carrera política de Alessandri. Fue a partir de esa época
que se le conoció como “El León de Tarapacá”.
Arturo Alessandri fue apodado "León de Tarapacá"
porque al momento de presentar su candidatura a Senador por esa zona se
pensó que era el único candidato capaz de
derrotar a las fuerzas balmacedistas locales.
Su candidatura la respaldaron los partidos liberal
y radical, en contra de la candidatura de Arturo del Río Racet, sustentada por
los conservadores y liberales democráticos.
Del Río fue un fuerte oponente, puesto que era muy
conocido en la zona y había ocupado ya el sillón senatorial por ella desde
1909.
Los favores hacia su contendor hicieron que
Alessandri pronunciase un acalorado discurso ante la Cámara, atacando
directamente al ministro del Interior, Pedro Nicolás Montenegro. Durante
su debate, el candidato injurió al ministro, quien renunció y luego
envió sus
padrinos a Alessandri.
El duelo se realizó el 13 de febrero de 1915, sin resultados lamentables para los contrincantes.
De regreso al norte después de su duelo nada menos
que con el ministro del Interior, quien finalmente no renunció,
emprendió con mayores bríos su campaña, dándole un matiz popular.
Gracias a la fogosidad de su discurso, obtuvo la victoria, que lo llevó a
la senaturía por la zona norte entre 1915 y 1921.
Arturo Alessandri durante la firma de la Reforma a la Constitución de 1925 en el Salón Rojo del Palacio de La Moneda. |
La Convención de la Alianza Liberal, integrada por
liberales reformistas, radicales y demócratas, lo proclamó candidato a
la Presidencia de la República, tras su triunfo sobre Eleodoro Yáñez en
las elecciones internas.
En la carrera por la presidencia, su contendor fue
Luis Barros Borgoño, candidato de la Unión Nacional. Se recuerdan estas
elecciones especialmente por la incorporación de las masas populares.
Los simpatizantes de Alessandri permanecían afuera de su casa, esperando
algún encendido discurso del candidato. Dice la fábula, que algunos
partidarios más osados sacaron
trozos de estuco de la muralla exterior de la casa para guardarlos
como
reliquias.
Asimismo, estos fanáticos adaptaron la canción mexicana “Cielito Lindo” como himno de la campaña.
Arturo Alessandri era un fervoroso y apasionado
orador que seducía a las masas con sus encendidos discursos llamándolas
"mi querida chusma" y hablándoles "con la
mano en el corazón", decía el político.
A pesar de esto, el resultado de la elección fue
estrecho, debiendo dirimir, en última instancia, el Tribunal de Honor, quien
dio como ganador a Alessandri. Esta resolución la aceptaron ambos políticos.
Alessandri estuvo deportado en el extranjero
durante casi la totalidad de los años 1925 y 1931, mientras gobernaban Emiliano
Figueroa e Ibáñez, respectivamente.
Desde fuera, dirigió o formó parte de algunos de los complots que se planearon en contra del gobierno de Ibáñez.
Derrocado el gobierno de este último, en julio de 1931, retornó al país
y fue candidato presidencial respaldado por sectores del Partido
Socialista, del Liberal
Democrático, del Demócrata, del Radical Socialista, de la Legión
Republicana
y del “Comité de Obreros Cesantes”.
Sin embargo, en las elecciones triunfó el candidato
de los conservadores, liberales, radicales, Juan Esteban Montero.
Más adelante, dicho gobernante fue derrocado y,
según algunos testimonios de la época, de este hecho no estuvo ajeno su
anterior contendor, Arturo Alessandri. Esto se le atribuye debido al fracaso en
las negociaciones con los revolucionarios.
Luego de la caída de Montero, se sucedieron varias
Juntas de Gobierno en 1932. Para las elecciones presidenciales de octubre,
Alessandri se postuló nuevamente. Esta vez lo apoyaron los radicales,
liberales, salvo una fracción que apoyó a Enrique Zañartu, los demócratas y
los social republicanos.
Los conservadores proclamaron a Héctor Rodríguez de la Sotta,
más bien como un “saludo a la bandera”, los socialistas a Marmaduque Grove y
los comunistas a Elías Lafferte.
Esta vez, el triunfo de Alessandri, con mayoría
absoluta, no causó la menor duda; sólo llamó la atención la gran cantidad de
votos que logró Grove, quien estuvo deportado en Isla de Pascua durante toda la
campaña.
El perro que acompañaba a Arturo Alessandri en la Moneda
se llamaba Ulk y se encuentra actualmente embalsamado en el Museo Histórico
Nacional de Santiago, como parte de la colección permanente de esa institución.
Arturo Alessandri, refiriéndose al Palacio de la Moneda,
lo definía como "la casa donde tanto se sufre", frase que se
convirtió en una muletilla para otros gobernantes.
Al terminar su segundo gobierno, en 1938, fue
elegido senador por Talca, Curicó, Maule y Linares en una elección
complementaria efectuada en 1944, a efectos de llenar la vacante que dejó Amador Pairoa,
senador comunista, que falleciera en julio de ese año. En esta ocasión, el
derrotado fue Guillermo del Pedregal.
En 1949 salió elegido senador por Santiago. Desde
el año 1945 y hasta el 24 de agosto de 1950, fecha de su fallecimiento, fue
Presidente del Senado.
Estuvo casado con Rosa Ester Rodríguez Velasco, con
quien tuvo ocho hijos: Arturo, Rosa Ester, Jorge, Fernando, Hernán, Eduardo,
Marta y Mario.
Falleció en Santiago el 24 de agosto de 1950.
Primer gobierno (1920-1925)
Su primer periodo gubernativo comenzó el 23 de diciembre de 1920.
En su programa como candidato ofrecía una serie de
reformas, esencialmente de carácter social y de progreso para los
asalariados. Para ello proponía, entre otras medidas, la dictación de un
Código del Trabajo, reformar la Constitución de 1833 para fortalecer al
Ejecutivo, implantar el Impuesto a la Renta, crear el Banco Central,
realizar la conversión metálica y otras.
Arturo Alessandri (al fondo) junto a su perro Ulk y el ministro Gustavo Ross Santa María, a mediados de la década de 1930. |
No obstante, como ocurrió en otros gobiernos
anteriores, y posteriores, las mejores intenciones de Alessandri se
toparon con las trabas puestas por los parlamentarios, quienes dominaban
la política de ese tiempo. Asimismo, en el Senado encontró la oposición
de la Unión Nacional, que siempre estuvo en mayoría.
A raíz de la fuerza del régimen parlamentario, debió cambiar su equipo de gobierno diecisiete veces.
Durante este primer periodo de Alessandri, hubo
graves conflictos políticos, algunos de extrema violencia, además, se
acrecentaron la crisis económica y la cesantía. En general, el
descontento era masivo.
El Gobierno se caracterizó por la
fuerte violencia con que reprimió las demandas de los sectores insatisfechos.
Un ejemplo de esto se dio en febrero de 1921, en San Gregorio, donde obreros de
las salitreras fueron reprimidos por el Ejército, muriendo miembros de éste y
un centenar de obreros.
En las elecciones parlamentarias de 1924, y a
pesar de la intervención del gobierno, no pudo evitar que la Unión
Nacional mantuviera su mayoría en el Senado.
Los más graves disturbios se produjeron a partir
del 3 de septiembre de ese año, cuando el Congreso aprobó una ley que
otorgaba dieta a los parlamentarios, quedando pospuestos los proyectos
de legislación social.
Sumado a otras presiones, el 5 de septiembre de
1924 se produjo un golpe militar, que llevó al Presidente a viajar al
extranjero y a los militares a hacerse cargo del poder de la Junta el 11
de septiembre.
El 23 de enero de 1925 se formó una Junta de
Gobierno. Esta llamó a Alessandri a que volviera y asumiera la
Presidencia, nuevamente.
Arturo Alessandri regresó en marzo de ese año y tuvo un magnífico recibimiento, que se recuerda por su magnitud.
Las leyes sociales habían sido aprobadas en
septiembre de 1924, a raíz del golpe militar. Por tanto, Alessandri
destinó sus esfuerzos a lograr la modificación a la Constitución de
1833. Encomendó a una comisión que elaborara el proyecto, el cual fue
aprobado por plebiscito y comenzó a regir como la Constitución de
1925. La reforma primordial de este nuevo texto es el cambio del régimen
parlamentario por el presidencial.
Este periodo, que va de marzo a octubre de 1925,
tampoco estuvo ajeno a hechos de violencia. El 5 de junio se produjeron
violentos incidentes en otra salitrera, La Coruña, donde
murieron numerosos trabajadores y algunos miembros de sus familias.
Al acercarse el fin de su periodo, nuevos
trastornos políticos enturbiaron los ánimos, al definir al candidato
presidencial sucesor de Alessandri, quien tuvo altercados con su
ministro de Guerra, el coronel Ibáñez.
El 2 de octubre, Alessandri renunció y entregó el
cargo a su ministro del Interior, Luis Barros Borgoño, quien a su vez se
lo entregó a Emiliano Figueroa, ganador de las elecciones del 24 de
octubre de 1925.
Segundo gobierno (1932-1938)
Alessandri asumió por segunda vez la Presidencia de la República, el 24
de diciembre de 1932, al vencer en las elecciones de ese año. Recibió al país
sumido en una profunda crisis económica y política; esta última se arrastraba
desde hace varios años, no habiéndola podido solucionar los mandatarios
anteriores.
Debido a la crisis, aún no se despachaban los
presupuestos para el año 1933.
Estatua de Arturo Alessandri frente a “la casa donde tanto se sufre”. |
El Fisco tenía un déficit presupuestario de
alrededor de cuatrocientos millones de pesos y convenios pendientes por mil
sesenta millones de pesos; punto aparte era la deuda interna, que ascendía por
sobre los mil millones de pesos.
Asimismo, la nación tenía una deuda externa de
cuatrocientos cincuenta millones de dólares.
Alessandri acusaba a la Compañía Salitrera
Chilena (COSACH), creada por su oponente Ibáñez, de llevar a la quiebra la
industria salitrera, al perder los mercados extranjeros, y de prestarse para toda clase de negociados.
A este respecto, hay que destacar la acción
reparadora de la economía efectuada por Alessandri en este segundo gobierno,
secundado por su ministro de Hacienda, Gustavo Ross.
Se pusieron en marcha algunas medidas que fueron
exitosas a nivel financiero, como la creación de la Caja de Amortización, la Corporación de
Ventas de Salitre y Yodo, la implantación del impuesto a la cifra de negocios,
entre otras. Sin embargo, no se lograron muchos beneficios para los
trabajadores.
Entre éstos, está la dictación de la Ley Nº 6.020, que implantó
el régimen de sueldos vitales para los empleados particulares y la Ley de Medicina Preventiva,
impulsada por el doctor Eduardo Cruz-Coke cuando ocupó el cargo de Ministro de
Salud en 1937.
En este segundo gobierno de Alessandri, su
tendencia política fue cada vez más hacia la derecha y preocupado de
proteger sus intereses.
A esta actitud se opusieron los partidos de
izquierda y de los organismos sindicales que vieron, primero con el apoyo del
Presidente a la Milicia Republicana, y después en la insensibilidad de su
Ministro de Hacienda, una seria amenaza a sus conquistas sociales.
En el periodo, dos hechos marcaron la gravedad de
las discrepancias entre el gobierno y la oposición: los incidentes de Ranquil y
la matanza del Seguro Obrero, el 5 de septiembre de 1938. Éstos crearon un
ambiente violento, que fue aprovechado y alimentado por el Partido Comunista y
llevó a la creación del Frente Popular. El país quedó, entonces, dividido en
dos bandos adversos.
Por su parte, la derecha también puso su cuota en
este clima de disconformidad al proclamar como su candidato a la
Presidencia a Gustavo Ross, que aparecía como el símbolo de la reacción.
Como se dice, la verdad se vio en las urnas, y ésta
dio la victoria al candidato del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda, quien
recibió el mando el 24 de diciembre de 1938 de manos de Arturo Alessandri
Palma.
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